La felicidad

Ser feliz implica sin duda, entregarse todo, sin reservas, y sobre todo, sincerarse, sincerarse sin herir, sincerarse sin miedo a ser juzgado, tener un compañero más que una pareja, dejar el ego, aceptar, respetar y vivir sin ningún tipo de rencor .Se aprende en el camino, que la dependencia es perjudicial, te dejas a ti mismo y te conviertes de alguna manera en alguien que no eres tú, queriendo siempre agradar al otro. Se cae en rutinas y se crean murallas, que como leí por ahí, no han debido nunca levantarse y menos aún cuando amas de verdad, cuando sabes que el amor está allí y ambos, de alguna manera perdieron el camino que los llevó a estar juntos. Se va creando un estado defensivo ante tantas batallas libradas para ser felices, tanto , que llega un punto en que no sabes confrontar el amor y resulta, que en vez de confrontarlo debes dejarlo fluir, dejar que él se encargue de curar las heridas, dejar que se encargue, de hacerte feliz , para así , poder hacer feliz a quien también te ama. Hoy en día se, que cuando dejas de comunicar lo que sientes, por creer que todo ya esta dicho, dejas de alimentar dos almas, la tuya y la de tu compañero de vida. Te puedes confundir, por estar en una soledad inexplicable, que no logras entender por las mismas murallas, que solo comprendes , cuando de verdad estás solo, cuando te reencuentras a ti mismo, cuando empiezas a quererte, a amarte y aceptarte, y es, en este punto cuando realmente puedes hacer feliz, a alguien más. Yo personalmente no se de qué va el rencor, prefiero mil veces, llenar mis recuerdos, de solo cosas bonitas, de las que me hicieron muy feliz, cuando aún , no se avistaban la benditas murallas ... Aun puedo ver en tus ojos, lo que callas, aun puedo ver, lo que quieres gritar.

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